martes, 3 de agosto de 2010

La IMPORTANCIA del ORDEN



La importancia del Orden y la Obediencia

Mateo 8:5

 “Al entrar Jesús en Capernaum,  se le acercó un centurión pidiendo ayuda.
6  --Señor,  mi siervo está postrado en casa con parálisis,  y sufre terriblemente.
7  --Iré a sanarlo --respondió Jesús.
8  --Señor,  no merezco que entres bajo mi techo.  Pero basta con que digas una sola palabra,  y mi siervo quedará sano.
9  Porque yo mismo soy un hombre sujeto a órdenes superiores,  y además tengo soldados bajo mi autoridad.  Le digo a uno: ‘Ve’,  y va,  y al otro: ‘Ven’,  y viene.  Le digo a mi siervo: ‘Haz esto',  y lo hace.
10  Al oír esto,  Jesús se asombró y dijo a quienes lo seguían: --Les aseguro que no he encontrado en Israel a nadie que tenga tanta fe.

LA FE SE VE EN EL ORDEN DE AUTORIDAD QUE TE MANEJAS.

11  Les digo que muchos vendrán del oriente y del occidente,  y participarán en el banquete con Abraham,  Isaac y Jacob en el reino de los cielos.
12  Pero a los súbditos (HIJOS) del reino se les echará afuera,  a la oscuridad,  donde habrá llanto y rechinar de dientes.
13  Luego Jesús le dijo al centurión: --¡Ve!  Todo se hará tal como creíste.  Y en esa misma hora aquel siervo quedó sanó.”

Hay cosas importantes a destacar en esta historia del encuentro de Jesús con el centurión:

1°, LA IMPORTANCIA DEL ORDEN en lo COTIDIANO

El desorden en cualquier área de la vida trae tinieblas, opresión, complicaciones.
Aplique esto a todos los órdenes de su vida.
Se hizo una investigación en los países que son potencia mundial (Suiza, Holanda, Canadá, EE.UU., Italia, España, etc.) a fin de conocer los tres valores más importantes para ellos y son: limpieza, orden y puntualidad.
Hábitos que son fáciles de observar cuando echamos una mirada a estos países, esta es la clave de la prosperidad de muchos de ellos.
La misma estadística se realizó en Latinoamérica y, lamentablemente, es lo que menos se observa.
La palabra “ORDEN” nos molesta a los latinos, especialmente a los argentinos, porque lo asociamos enseguida al régimen militar, a represión, todo lo que impide la libertad y no nos deja ser uno mismo, leyes injustas y sin sentido, a obsesiones o personas perfeccionistas.

Y porque nos molesta, entonces vivimos desordenadamente: desobedecemos la Palabra de Dios cuando lo recibimos como nuestro Señor, tiramos al piso cualquier papel, estacionamos donde está prohibido, nunca llegamos a horario ni tampoco permanecemos hasta el final.
El desorden trae confusión en todas las áreas de tu vida: en lo económico, en lo personal y en lo espiritual.

En cambio,
EL ORDEN SIEMPRE ATRAE EL CONFORT Y LA ABUNDANCIA
Dios es un Dios de orden, jamás se mueve en la confusión.
Vea esto, Jesús se encontró con un centurión romano, un hombre de mucho dinero que tenía un criado enfermo.

Los judíos fueron a pedirle a Jesús para que lo ayudara (porque él les había puesto una sinagoga) y el centurión le dijo: “Señor, yo no soy digno de que vengas a mi casa, yo también soy un hombre bajo órdenes.”
Vio que Jesús era ordenado y le dijo: “Señor, yo también soy ordenado, tengo gente a la que le ordeno “ve, y va”, “ven, y viene”, di sólo la Palabra, ordena, y la Palabra lo sanará.”

Entonces Jesús dijo a la multitud: No encontré a nadie con tanta fe.
EL ORDEN LIBERA LA FE, EL DESORDEN LA APAGA…
Debemos ser ordenados en todo, en lo afectivo, lo sexual, lo económico.
Hay gente que compra mucho, no hace números, no se sienta a planificar, no razona y gasta de más, vive desordenadamente. El desorden trae confusión.
DIOS creó el cielo la tierra y cuando todo estaba desordenado y en confusión nunca se le ocurrió poner al hombre allí! Primero ordenó todo y luego lo puso al hombre, fuimos creados para el orden
EL ORDEN TE REVELA EL FUTURO.
Este centurión le dijo: Di la palabra y mi criado sanará.
Un hombre que camina bajo orden sabe que en su futuro habrá sanidad, prosperidad, restauración, no tiene dudas, lo sabe porque está viviendo en orden!

David decía:

Salmos 119:133  “Ordena mis pasos con tu palabra,
 Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.”
 
 “Ordena mis pasos con tu Palabra, Señor, quiero sintonizarme, hacer lo que me decís que haga”
A más orden, más velocidad. 



(Extraído del mensaje "Principios de Sabiduria en la Familia" Pr. Marcelo Roldán)

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