“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” 1 Tesalonicenses 5:18
El señor nos da el poder de obtener las riquezas. La plata y el oro le pertenecen a él. Todo lo que él es y todo lo que él tiene, quiere derramarlo en nosotros y por medio de nosotros.
Las bendiciones de Dios no son para los santos solamente, son para los hambrientos.
La manifestación del favor divino de Dios puede cambiar días de prisión, en olas de favor divino. Puede desterrar una amenaza y transformarla en una oportunidad de promoción. es capaz de quebrantar la ruina y llevarte a tu doble honra. Es capaz de transformar una persona común y corriente en una puerta de bendición mundial.
Recuerda siempre:
Nadie puede trabajar tanto y tan duro como para tener todo lo que merece y necesita.
La completa libertad financiera solo es accesible por medio de la materialización de las bendiciones de Dios.
Necesitamos el Favor de Dios para dar pasos gigantescos hacia el sueño que Dios nos ha sembrado en nuestro interior.
El éxito extraordinario es el producto de fluir bajo el Favor de Dios.
La manifestación de la bendicion no es el producto de que Dios nos debe algo. No es el resultado de que los demás están obligados con nosotros. Las bendiciones necesitan ser celebradas, reconocidas y agradecidas para que se conviertan en nuestra recompensa final.
Generalmente una pérdida es la cura más rápida de la ingratitud. Ingratitud es el resultado de la falta de valoración. Es la actitud menospreciable de una persona que desvaloriza y menoscaba las bendiciones. Por tanto es muy importante desarrollar una actitud y honorabilidad.
Debemos ser agradecidos todo el tiempo. Si somos agradecidos con los hombres que vemos seremos agradecidos con un Dios que no vemos. Desarrollemos gratitud con nuestra familia, con los líderes, con otros cristianos, con los seres queridos, desarrollemos gratitud porque entonces seremos agradecidos con Dios.
Desatemos una actitud de gratitud no solo por lo que vivimos o lo que hemos vivido, sino también por lo que vamos a vivir. Agradezcamos a Dios por lo que tenemos hoy y por lo que sabemos que vendrá.
Hay situaciones por las que ya no debes pedir, sino que ya es tiempo de agradecer. Porque aunque no se haya manifestado aún en el ambiente natural, debes identificar cuando el mundo sobrenatural ya te pertenece.
El agradecimiento nos posiciona en el lugar correcto para las cosechas de nuestras mejores uvas. El agradecimiento es el reconocimiento para nuestra fuente de provisión que es Dios.
El agradecimiento valora lo bueno de hoy para que se desate lo mejor del mañana. Todo proviene de nuestro Padre.
No cerremos nuestra boca a la gratitud, sino a todas las palabras negativas que quieran salir de ellas. Nuestro Padre celestial siempre va a darnos mucho más abundante de lo que nosotros pedimos o deseamos.
Liberemos las mejores palabras de gratitud, que alguien las escuche, así como hay a las que les encanta gritar maldiciones a los cuatro vientos, y otros los apoyan. Así nosotros debemos levantar nuestra vos para declarar gratitud al dueño de todas las cosas, a aquel que nunca llega tarde, para el que nos dio la victoria para siempre.
Jesucristo practicó la gratitud y esto permitió sobre él el fluir del favor divino. Dio gracias por los panes y los peces y esto se multiplicaron; dio gracias a Dios por escucharlo siempre y el poder de la resurrección se activo a favor de Lázaro. Hay un poder extraordinario en la práctica de la gratitud.
GRATITUD: Es la llave maestra de la manifestación de las bendiciones.
Gratitud es un acto de alabanza que trae gloria a Dios
Gratitud es formadora de carácter ya que mantiene a los hombres en humildad y abiertos para lo mejor.
Gratitud nos mantiene correspondidos frente a un beneficio recibido.
Gratitud nos abre puertas no solo con Dios sino también con los hombres.
Permanezca con una actitud de gratitud. Sea sabio. Las bendiciones de Dios siempre se manifestarán en medio de una persona agradecida con él y con los hombres.
Tómese ahora mismo unos buenos minutos de este día para agradecer y adorar el nombre que es sobre todo nombre. Aquel ante quien toda rodilla se doblará y reconocerá que él es el Señor, Jesucristo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario