martes, 19 de agosto de 2008

ME VOY a los JUEGOS OLIMPICOS

¿Soñaste algún día con participar de los juegos olímpicos? Yo si… Pero participar de una competencia tan importante, en realidad la más importante para todos los atletas del mundo, tiene un alto precio.

Bien, para ser parte de una olimpiada hay que prepararse, y no solo alcanza con eso, durante cuatro años hay que jugar eliminatorias y se sortean competencias regionales, nacionales y hasta mundiales para poder tener el privilegio de llegar ahí.

Hay que tener una rutina muy extrita con respecto a los entrenamientos, horarios, alimentos y un montón de cosas influyentes en el desarrollo de un atleta, porque de acuerdo a lo que quieras lograr mañana es de lo que debes alimentarte hoy. Y rigurosamente esto es en cada aspecto de la vida.

Tu sustento para la vida emocional, física y espiritual debe estar acorde a lo que pretendas para el mañana. Es decir, no puedes juntarte con gente vaga que no le gusta ni siquiera correr un ómnibus. Ellos no pueden motivarte para llegar a tu meta. No te haría bien que para comer siempre te rodees de aquellos que no tiene orden en los horarios, los que comen comida chatarra y no le dan importancia a las vitaminas, nutrientes y todas aquellas cosas significativas que necesita un competidor olímpico.

Emocionalmente debes estar alimentándote de gente que apoye tu sueño, que te motive con palabras y aliente tus progresos ¿Que te exijan? ¡Claro! Que atleta puede progresar si no es exigido. Debe ser presionado hasta dar su esfuerzo más grande.

Hace años atrás los juegos olímpicos tenían marcas mundiales que hoy, para ingresar a estas olimpiadas del año 2008 solo sirven para clasificar.

Colgarse una medalla de oro en ese podio, donde millones de personas estarán felicitando tu logro no solo te hará ganar dinero, sino que también prestigio internacional, reconocimiento y aplausos. Un regreso con gloria a tu país y no menos importante también el orgullo para tu familia.

¿Suena lindo no? El éxito lo es… Bueno esto no solo es para un atleta, quizás en algunos aspectos algunas cosas cambian pero todo sueño que tengas puede demandar muchas exigencias para tu vida ¿Cuál es? ¿Ser médico? ¿Artista? ¿Empresario? ¿Un político transformador? ¿Periodista exponente de la verdad? ¿Un educador sobresaliente? ¿Una gran madre? ¿Un reconocido historiador? ¿Un escritor? ¿Ser escalador del Everest? ¿Mecánico de autos de carrera? ¿Pintor? ¿Analista o ingeniero? ¿Modelo? ¿Padre y abuelo para una generación exitosa? ¿Piloto de avión o porque no astronauta?

Y bueno cuantas cosas más podríamos poner en esta lista… lo cierto es que tu visión te obligará a cambiar el círculo de personas que te rodean, tus hábitos alimenticios, los compromisos, horarios y un montón de cosas más que demanda aquello que anhelas, esto no es difícil si realmente lo quieres con todo tu corazón.

Hay ambientes que están incapacitados de brindarte el alimento para tus deseos más profundos, notarás que hay cosas que ya no puedes mantener, te irás dando cuenta que para participar en un juego olímpico o sea lo que sea que quieras lograr ya no se puede dormir hasta la hora que se te antoje, que no se puede comer cualquier cosa que ande por ahí dando vueltas.

Debes estudiar sobre otros que brillaron en el área que te interesa, ver las técnicas, sus alcances, logros y reconocimientos. Tus conversaciones diarias deben ir orientadas a ese deseo. Esto debe hacerte crecer en la cabeza y en la ideas…

Tengo algunos amigos que me hablan con frecuencia de su visión personal, yo comparto con ellos la mía, la conversamos y la dejamos crecer. Me nutro de aquellos que fueron sobresalientes en lo que a mi me gusta, leo, escucho, me motivo con música, discursos, prédicas, y todo lo que me impulse a estar más cerca de aquello por lo que mi sangre corre… por el motivo que creo que estoy aquí en la tierra. La misión de Dios para mí… si, mi propósito.

No me intereso en saber lo que creen, opinan y hablan aquellos que no creen en mí, sino todo lo contrario, busco la gente que me aprecia, que me impulsa, que notan y saben mis errores pero me ayudan a pulirlos para que pueda ir más allá.

Todo atleta que quiere la gloria está dispuesto que lo exijan y lo agoten con consejos para correr más rápido, para llegar más lejos en la pista, para saltar un centímetro más alto, porque con los profesionales medio centímetro o un segundo hace la diferencia entre el primer y segundo puesto.

Escucho a muchos cobardes que siempre dicen ¡a mi todo me cuesta el doble! ¡Todo para mi es mucho más difícil! Ahora mi pregunta es ¿El doble con respecto a quién? ¿Más difícil en comparación a que otro? Porque quizás tu punto de asimilación no es lo bastante bueno que digamos. Quizás te estás comparando con el hijo del vecino que tiene todo lo que quiere y a ti no te tocó ese tipo de vida pero quién dice que él tiene éxito.

Hubo gente que en sus tiempos como estudiantes eran los mejores pero en la etapa como profesionales no salieron de la mediocridad. Hay gente que toda la vida vivió con una herencia hasta agotarla y no fue capaz de multiplicarla para sus hijos.

Hey!!! No es que todo te cuesta más, se te exige de acuerdo a lo que puedas dar. No te rindas en las competencias regionales, las mundiales te están esperando, en esas carreras que un segundo hace la diferencia, en aquellas pistas donde un centímetro te pone en lo más alto del podio o te deja afuera, ahí es tu lugar, para eso fuiste creado. Toda la ingeniería de Dios está aplicada en tu vida para demostrar que puedes soportar presión y sin embargo dar lo mejor.

Loco lindo, nunca, pero nunca dejes de creer que eres el mejor, porque realmente lo eres, no porque lo diga yo, sino porque Dios lo dice…

Los juegos olímpicos esperan a los mejores...

Las empresas, la educación, los negocios, el arte, la política, la ciencia, la medicina, la tecnología, los hijos, los nietos y la vida esperan por los mejores…

Hora de buscar tu medalla, y tus aplausos…

Vamos juntos a la cima
Pr. Ariel Monzón arielmonzon@ministeriojls.org

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