domingo, 24 de agosto de 2008

¡MENOS UN PIANISTA!

…de que te sirvió guardar tu integridad?..., porque no disfrutaste como tus hermanos?..., y ahora, mira como te paga Dios!..., con un hijo lisiado…”,

- estas palabras sonaban una y otra vez en el corazón de aquel joven pastor durmiendo cerca de la cuna de su primogénito hijo, casi podía oír al pediatra decirlo una y otra vez, aunque no hubiera querido escucharlo nunca:

-…Sr. Ríos, hágase la idea y acéptelo, usted va a criar un hijo lisiado, no va a poder gatear…, ni dibujar,…menos se run pianista!...-, sí. Esas palabras fueron las que terminaron de sumergir en un oscuro mundo de realidad al joven matrimonio.

Tan solamente unos meses atrás, eran futuros padres a la espera de su primer hijo varón, que alegría!, toda la familia estaba emocionada, primer hijo, primer varón!

Pero el medico que asistió el parto en un error trágico de la praxis o del destino, forzó demasiado el brazo del pequeño asomado en el periodo del parto, desgarrándolo y dejando así un pedazo de carne muerta, el propio brazo del bebe, pero no funcionaba con el cuerpo, un error que dejo al primer hijo de este joven matrimonio lisiado de por vida.

De cualquier manera, ya el medico lo había diagnosticado, no había salida,

“…esta noche parece no terminar nunca…,

pensaba en su cama el joven pastor, era domingo por la madrugada, los hermanos y parientes esperaban con ansiedad la entrega de el varoncito tan esperado por la familia y la iglesia, había que enfrentar la realidad, en algún momento la noche terminaría y el sol dejaría ver su luz anunciando que el día esperaba para aceptar que toda esta tragedia no era un mal sueño,

sino que era SU REALIDAD, de pronto, casi tan pronto como el sol se aprestaba para iniciar el día escucho las palabras en su corazón, casi susurrando, casi sin sentirlo: “…ninguna arma forjada contra ti prosperara…”, partes de un viejo versículo aprendido en su niñez en la iglesia, seria su imaginación?, o una verdadera voz de victoria?.

Las palabras seguían repitiendo en su corazón: “…ninguna arma forjada contra ti prosperará…”, mientras vestía a su hijo varón para concurrir a la iglesia, casi no podía oírlas, porque su atención estaba en aquel brazo sin vida que colgaba como un repasador de mesa, del cuerpo de su hijo apenas nacido, NO, no puedo oírlas, la realidad no me deja oír.

Aquel culto de domingo transcurrió como cualquier otro, no hubo más alboroto que el normal, no era necesario, sólo una oración de entrega por el varón recién nacido, y casi nadie se dio cuenta de que estaban orando a un niño lisiado, como lo había afirmado el pediatra, no era necesario hacer correr la noticia, no valía la pena…

¿Sentir la mirada acusadora de aquellos que piensan: “…que habrán hecho los padres para que su hijo naciera así?, o peor aun sentir la lastima de las madres que dejaban gatear a sus hijos por el pasillo de la iglesia?, no, no era necesario.

El camino a casa esa noche de domingo, no fue más alentador que de costumbre, hasta parecía que en el silencio podía escucharse esa voz que aquel joven pastor, había oído en la madrugada:

“…ninguna arma forjada contra ti prosperara…”, pero las voces se mezclaban en su corazón,: “…acéptelo, un hijo lisiado…- …de que te sirvió guardar tu integridad?- …su hijo no va a gatear, menos va a ser un pianista!...”.

Era como si aquel brazo muerto, denunciaba la falta de Dios en su reciente familia.

Ya en su casa el joven pastor y su esposa, cambiando los pañales a su hijo, de pronto sin anunciarse, sin mucho ruido ni aplausos, este joven pastor observo con el pañal en su mano, como el brazo muerto de su hijo, que reposaba en posición contraria al brazo izquierdo que sostenía el pequeño contra su pecho, se acomodaba en forma normal.

Pudo presenciar el milagro de la mano de un Dios que no olvida a aquellos que alguna vez pactaron con él, el brazo muerto comenzó a moverse muy despacio hasta quedar en igual posición que el brazo izquierdo contra el pecho del pequeño, sano, ¡Liliana!, vení, mira esto!, grito el joven pastor con un pañal en su mano, NO podían creerlo, el brazo no sólo se habia movido sino que también había tomado la misma posición que el brazo sano!.

La Sorpresa iba a venir en los próximos meses, cuando fueron testigos diarios de el progresivo milagro de Dios en la vida de su hijo, al poco tiempo de comenzar el jardín dibujaba todo el día, papel que veía papel que terminaba imprimiéndole uno de sus originales dibujos de niño, ¿recuerdan que les conté que el doctor dijo que nunca iba a ser dibujante?, bueno la sorpresa fue para el mismo doctor, cuando este matrimonio llevo a su hijito, para una consulta de rutina.

El pequeño gateaba por todo el consultorio del pediatra, resultado?, el pediatra determino que el problema del niño podría ser del brazo izquierdo (el brazo sano…), pero al reconocerlo se dio cuenta de que no era así, sino de que había sido testigo del milagro de un Dios que no olvida a aquellos que pactan integridad con el.

No quiero quitarles más tiempo, simplemente quiero despedirme haciendo mención de las hermosas noches que disfrute con aquel “ex - niño lisiado”, perdón ya no es un niño, es un joven ministro de una iglesia de Bs. As., es mi amigo y su nombre es Lucas Ríos, por si acaso todavía quedan dudas de este milagro, quisiera remarcar que es una gran pianista, un gran ministro con el cual compartimos varias noches adorando a Dios, sí…

Él tocando su piano, y yo observando a su costado, cómo ejecutaba canciones de adoración a Dios, casi podía emocionarme de sólo pensar en las palabras que quisieron diagnosticar la vida de aquel niño ahora convertido en un profesor de piano, “…hágase la idea, Sr. Ríos, su hijo es lisiado, no va a gatear, menos un pianista…”.

Génesis 9:8

-“Y hablo Dios a Noe y a sus hijos con él, diciendo: He aquí yo establezco mi pacto con vosotros y con vuestros descendientes después de vosotros; […], y dijo Dios: esta es la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y todo ser viviente que esta con vosotros, por siglos perpetuos:[…], mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mi y la tierra.-“

Cuando las tendencias de este tiempo quieran enterrar la semilla de la duda en tu corazón, a través de la enfermedad, la tentación y tantas influencias que no puedes controlar, mira hacia el cielo y recuerda que SU PACTO aun esta en pie, no dejes que ser parte de esta generación que camina hacia la duda y la ignorancia te roben el privilegio de conocer LA VERDAD de que Dios “no olvida a los que pactan con él”.

(Extraido de los apuntes del Libro "Historias" del Pastor Marcelo Roldan)

No hay comentarios: