jueves, 9 de octubre de 2008

RELACIONES PRODUCTIVAS

Es muy importante que valoricemos las buenas relaciones que nos pueden llevar a una mayor productividad. Las relaciones productivas son el pegamento que mantiene unidos a los miembros de una congregación. Mientras más sólidas sean las relaciones, más consistente será la iglesia.

Por otro lado, debemos desconectarnos de todas las relaciones improductivas. Muchas amistades han destruido el potencial y las habilidades de miles de ganadores. Hay que reevaluar las amistades y desunirnos de aquellas que sean incompetentes, y que emplean mal nuestra vida.

1. De que personas hay que desconectarse:

  • De los que son más críticos que halagadores. (Proverbios 18:6)
  • De los que hablan con desprecio de los demás y se ríen de sus sueños.
  • Los que avergüenzan y humillan a otros.
  • Los que desvían con conversaciones inútiles (1 Corintios 15:33).

Proverbios 13:20 “El que anda con sabios, sabio será; Mas el que se junta con necios será quebrantado

Las palabras son herramientas para construir o derribar, son también fuerza, empobrecen o enriquecen. De acuerdo al mensaje que permitamos que nos transmitan los que están alrededor nuestro, serán los resultados que iremos obteniendo.

2. Como reconocer las relaciones inteligentes:

  • Aquellas que nos permiten edificar nuestra fe. (1 Tesalonicenses 5:11)
  • Aquellas que reconocen y valorizan los sueños y metas que Dios nos ha dado.
  • Aquellas que demuestran entusiasmo con nuestro potencial.
  • Aquellas que nos recuerdan las habilidades y dones que Dios ha puesto en nuestra vida.

Nuestro nivel mental depende del tipo de relaciones que decidimos edificar. Si usted le da su tiempo a los que no lo merecen, no se queje. Ellos se abusan porque usted le dio la oportunidad. Vuélvase selectivo.

Recuerde: “el mismo tiempo que gastamos en estar con perdedores es el mismo

que podríamos invertir con ganadores”.

Hay algunas características que nos permiten desarrollar las relaciones para que sean cada día más productivas:

· Respeto

Cuando se trata de las relaciones, todo comienza con el respeto, con la disposición de reconocer el valor que tienen otras personas. “No puedes hacer que un compañero se sienta importante si secretamente crees que es un don nadie”.

El respeto debe mostrarse a otros aún antes de que hayan hecho algo para garantizarlo, por el solo hecho de saber que Dios ha depositado potencial en ellos.

En la Biblia podemos ver que a Jesús no lo respetaron los religiosos de su tiempo, pero si en cambio lo admiró gente como Zaqueo, y lo llevó a su casa (Lucas 19:1-10)

Todo lo que respetas lo mantendrás ligado a ti.

Lo que menosprecias tarde o temprano se alejará de ti.”

Debemos realzar los valores de nuestros compañeros, familia y hermanos. Hacer de ellos personas más valiosas cada día y de esta manera estaremos llevándolos a un mayor nivel.

· confiabilidad

La confianza es esencial para toda buena relación. Sin confianza no se puede sostener ninguna clase de relación.

Un hombre de la política dijo alguna vez: “No tema a los que discuten, sino a los que se escabullen”.

Nuestros compañeros de equipo, trabajo, familia y hermanos deben tener la seguridad de que pueden contar con nosotros en momentos difíciles.

Quizás de la confiabilidad no dependan muchas veces asuntos de vida o muerte, pero si asuntos importantes. ¿Somos confiables cuando?:

Ø Se nos delega una tarea.

Ø Para cumplir cuando nos comprometimos con algo.

Ø En cosas sencillas como cumplir con horarios, asistencia, guardar los secretos.

Ø Para trabajar aún cuando nadie nos ve.

Para desarrollar una visión como la nuestra se necesita confiabilidad. Trabajamos en equipo, no es bueno el individualismo, debemos buscar continuamente la forma de enriquecer la visión, estando comprometidos, dando mucho valor a nuestra palabra y con responsabilidad.

Una persona confiable tiene un gran sentido de responsabilidad. Esta es una cualidad en las personas exitosas.

Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; Átalas a tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón; Y hallarás gracia y buena opinión Ante los ojos de Dios y de los hombres

Proverbios 2:22

· Ser desinteresado

Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.

Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha…” Mateo 6:1

Jesús fue desinteresado, no buscó sacar provecho de la gente, sino que dio sin medir. Sembró hasta su propia vida, se dio desinteresadamente para que nosotros hoy pudiéramos tener lo que por nuestros propios medios nunca hubiéramos logrado, ser salvos, ser llamados hijos de Dios y herederos juntamente con él.

Debemos tener en cuenta:

· No hacer cosas por las personas para obtener algo de ellos, sino saber que Dios es el que recompensa.

· Nuestras relaciones deben ser sanas, no aprovecharnos nunca de otros.

· Cada día tenemos la oportunidad de sembrar algo en alguien.

San Francisco de Asís dijo unas palabras muy sabias y quedaron marcadas en la historia:

Todo lo que quieras obtener para acumular, te aleja de los demás,

todo lo que das te acerca de los demás”.

Proverbio 19:6 “Muchos buscan el favor del generoso, Y cada uno es amigo del hombre que da.

Todos los hermanos del pobre le aborrecen; ¡Cuánto más sus amigos se alejarán de él!

Si queremos ser personas de influencia, afectar a las personas, y lograr que nos sigan, debemos ser desinteresados con ellos, Generosos y dar desinteresadamente.

Ser desinteresado no es fácil, pero si necesario. Esto mantiene unido a cualquier equipo.

El egoísmo divide, corrompe, aniquila los sueños más nobles, busca el beneficio personal, pero el que tiene mentalidad de Reino, busca siempre el beneficio de los demás más que los propios.

El desinteresado muestra lealtad a los demás, de esta manera produce unidad y la unidad llama al éxito.

Ningún hombre puede vivir felizmente si se preocupa solo de él y trata de que todo gire a su alrededor y en beneficio propio. Usted debe vivir para otros si desea vivir para usted

Algunas claves importantes para poner en práctica:

  • Por unos días guardemos silencio a la hora de hablar de nosotros mismos y de nuestros logros, promovamos a otros, hablemos de sus logros y las cosas positivas de ellos.
  • Pongamos a alguien en primer plano en estos días, no es una tarea fácil, pero contribuyamos al éxito de otros.
  • Examinémonos a nosotros mismos: ¿Nos molesta cuando alguien recibe créditos por un trabajo bien hecho? ¿O nos alegramos con él?
  • Practiquemos la disciplina de servir, Gálatas 5:13 “…sino servíos por amor los unos a los otros
  • Marcos 10:45 Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir
  • Demos secretamente, ni aún sepa nuestra izquierda lo que hace nuestra derecha.

Hemos aprendido que hay que desconectarse de relaciones improductivas, la palabra nos afirma esto, sobre los que dividen, empobrece y derriban en Romanos 16:17 Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos”.

También en 2 Tesalonicenses 3:6 “Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros”. En 1 Timoteo 6:5, también afirma “…y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales”.

Por otro lado hemos aprendido a identificar y enriquecer las relaciones productivas, las que pueden llevarnos cada día a un mejor nivel en nuestra vida, familia y ministerio.

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